(03/52) Semblanzas

Edna Montes
2 min readJan 26, 2023
Photo by Yannick Pulver on Unsplash

Tengo la misma semblanza de autora desde hace años. A veces, quito un renglón que ya no es relevante, le añado alguna publicación o algún guiño a mi condición de vida. Podría tener una semblanza mejor, una más ocurrente, más creativa o profesional… pero no. Algo se atora dentro de mí y me cuesta escribir(me) en ellas.

Puede que el trauma venga del bullying escolar: llamar la atención sobre una siempre es una pésima idea. O tal vez viene de esa sensación de «no ser suficiente» que ni años de terapia han podido aplacar. Quizá ni siquiera tiene que ver con mis traumas.

En el ámbito editorial, las semblanzas son una constante: para las publicaciones, los eventos, los cursos… estamos tan acostumbrados a verlos con un documento con propiedades biográficas que, a menudo, nos olvidamos de la acepción viejita del diccionario que las describe como una semejanza o parecido entre personas o cosas. Siempre la veo un poco así. El reto es lograr que unas cuantas líneas se parezcan a mí. Que un artificio de la Edna escritora quede plasmado en unos párrafos capaces de reflejar la realidad, una parte al menos. Pero claro, los escritores creamos ficciones.

Cosas que pondría en una semblanza honesta, 100% real, no fake de mí como escritora:

· La ansiedad me puede, el síndrome de la impostora también. No soy un genio. Todo eso está bien.

· La disciplina no se ve igual para todos. La mía, aunque caótica, me sirve.

· Creo que la literatura, escribir, sí nos salva de muchas maneras. No es menos cierto porque de tanto decirlo se haya vuelto un cliché.

· No tengo idea de si mis letras permanecerán en el tiempo o tocarán a alguien, pero vale la pena hacer el intento.

· Tengo voz, historia e intenciones.

Quizá nunca llegué al fondo de por qué me cuesta tanto escribir una semblanza cuando me abro el pecho en el resto de mis escritos, ¿acaso importa?

--

--

Edna Montes

Escritora, periodista, friki irredenta, adorkable y eterna aprendiz de sommelier con una pluma tan filosa como su espada. Accidente esperando a suceder.