[3/52] El soundtrack de mi vida

Edna Montes
3 min readJan 26, 2022

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Estoy segura que no fui la única que, en sus años adolescentes, se imaginaba su vida como una serie. No tenía un guion tan bueno, pero la música ¡la música! Cada año correspondía a una temporada y tenía su propio mixtape (con buena parte de canciones grabadas de la radio, cortadas al final porque el locutor no me hizo caso y osó hablar). De los casetes fui mudando a los CDs y los mp3. Ahora, es una lista que (al momento de escribir esto) tiene más de 69 horas de música y 984 canciones. Seguirá creciendo mientras no me muera (o se muera Spotify). Es un trabajo en proceso, ya sea porque me doy cuenta que canciones definitivas para mí faltan o porque descubro artistas nuevos que acompañan momentos cruciales de mi vida.

Quiero decir que mi amor por la música viene de una familia de músicos y melómanos. Eso es parcialmente cierto: estaba mi bisabuelo que fue trompetista profesional y crecí rodeada de tíos con gustos musicales diversos (lo que explica por qué Flans, Los Amantes de Lola, Luciano Pavarotti y The Cure convivían sin problemas en mi día a día). Pero exposición no significa amor, como lo atestiguan los crushes que me tenían que aguantar a diario en la escuela y jamás me dieron ni la hora. Además, nunca le agarré gusto a la música norteña que tanto le gustaba a mi abuelo, orgulloso chihuahuense. En realidad, amo todas las canciones que me hicieron sentir algo. Ya sea porque tocaron lugares de mi alma que ni sabía que existían hasta que las escuché o porque son mis cápsulas del recuerdo particular.

Está esa rola que jamás me habría gustado si no la hubiera bailado con mi mejor amigo en mi fiesta de graduación, esas que me apaciguaban en mis peores momentos o las que tienen la capacidad de revivir (aunque sea por unos minutos) a toda esa gente que ya perdí. Me quedé pensando en todo eso porque esta semana:

· Nightwish anunció que, bicho mediante, viene a México a finales de 2022.

· Meat Loaf se murió (aparentemente por antivaxxer).

· Vi un documental de Nureyev donde salían los discos ilegales de música prohibida por el régimen socialista que de hacían con radiografías descartadas de los hospitales.

· Al fin pude ver el documental de los Beatles en Disney+ sin llorar.

· Pero lloré hecha bolita viendo «Yesterday» porque, en un mundo sin los Beatles, una de las cosas que más amaba Tío no existiría; y yo no sabría qué música poner para consolarme los días que más lo extraño.

· Mitski sacó nueva música y me gustó.

· Muse también.

· Darren Hayes anunció que luego de años de silencio sacará un nuevo sencillo y me di cuenta que salí sana y salva de una relación violenta donde el sujeto me celaba porque a su mejor amigo y a mí nos gustaba Darren cuando él ni lo topaba.

· Salió un juego de Twitter de eso de «cita este tuit y pon…» las canciones que te salvaron la vida.

· Descubrí que sí hay lista del soundtrack de «Yellowjackets» en Spotify y ninguna banda sonora noventera me había hecho tan feliz desde la de «Derry Girls»

Aunque la adultez se pueda ensañar con nosotros, mi FB ejerza de troll cuando me recuerda a todos los conciertos que fui pre-Pandemia y haya días en los que necesitemos silencio; creo firmemente que la música nos salva.

PD: La lista de canciones que me salvaron la vida que puse en Twitter

Escrito mientras escuchaba: https://open.spotify.com/playlist/6rtv83LCInPMXECgGj9j6K?si=713e779872894c5e

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Edna Montes
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Written by Edna Montes

Escritora, periodista, friki irredenta, adorkable y eterna aprendiz de sommelier con una pluma tan filosa como su espada. Accidente esperando a suceder.

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