Pero es que la “mujeres buenas” no se enojan, se callan, no son viscerales, no reclaman. Acá la bronca es que desde niñas nos condicionaron a no protestar y ser “buenas”, de nuevo, nuestra furia no es el problema. El problema es el machismo.
Pero es que la “mujeres buenas” no se enojan, se callan, no son viscerales, no reclaman. Acá la bronca es que desde niñas nos condicionaron a no protestar y ser “buenas”, de nuevo, nuestra furia no es el problema. El problema es el machismo.
Escritora, periodista, friki irredenta, adorkable y eterna aprendiz de sommelier con una pluma tan filosa como su espada. Accidente esperando a suceder.